TESTIMONIO DE Lucila Lussich de Figari,
nuera del pintor Pedro Figari
Fue
visitada por Elisa Roubaud en su casa de la calle Paraguay 1479, entre Uruguay
y Mercedes. Tel. 900.30.63, aproximadamente en los años 90, cuando hacía 16
años que había muerto su marido Pedro Figari de Castro, hijo del pintor.
“El (Pedro Figari) murió con nosotros. Salíamos a pasear todos los días, caminando
Br. España hasta la Rambla, nos sentábamos en un bar que había en la Rambla y
Br. España y vivíamos al lado de la Embajada de Rusia, una casa por medio; entre el Ombù y Ellauri, había una callecita
corta llendo a la Rambla a mano izquierda. Un día vino a casa y empezó enamorándose
de Lucila que fue el primero en irla a ver al Sanatorio Pacheco, antes que Mamá;
y empezó a ir todos los días. El día que
nació, que Pedrito le avisó que había nacido una niña, se puso un robe de
chambre y vino al sanatorio. Nos fuimos a casa y él estaba en lo de Faget en
Carrasco y nos iba a ver todos los días hasta que un día nos dijo “Vamos a
tomar una casa más grande y vivimos juntos”. El fue padrino de nuestro
casamiento, porque Papá estaba muy enfermo. (José
Lussich y Magdalena Siri de Lussich eran sus padres Su marido era Pedro Héctor
Figari de Castro y sus suegros Maria
de Castro y Pedro Figari).
Pedrito se fue a París con el padre cuando
murió Juan Carlos, siempre pensando volver, porque vivían en Argentina. Su obra
fue más reconocida y empezó a ser famoso en Buenos Aires.
Rue de l’Université No. 13, quartier Latin,
y vivió allí hasta el año 1933. Y llegó primero a un hotel en la calle San José
y después alquiló un departamento en la calle San José y pasó una temporada con
los Faget en Carrasco y volvió al hotel.
El día del bautismo de Lucila a Pedrito le
dijo que buscara una casa grande que pudiéramos vivir juntos e independientes y
nos mudamos a una casa chica y muy linda. Estuvo cuatro meses de mayo al 24 de
julio de 1938 día en que murió. Lucila nació en 1937. Pedrito lo encontró
muerto un sábado; dormía en el cuarto pegado al nuestro pared por medio las
camas. Pedrito siempre le llevaba el desayuno a la cama y lo encontró muerto.
Llamó al rector del Seminario que nos había casado y conocía a don Pedro para
que le diera los sacramentos. –Ese sábado de tarde habíamos estado conversando
sobre un viaje a Estados Unidos donde lo habían invitado a exponer, porque en
Buenos Aires la Presidenta de Amigos del Arte, Señora Bengolea, lo había
invitado para hacer una exposición pero le dijo a mi marido que lástima que en
este momento no se vende nada y se vendió todo!!! Fueron con Lucila a la
exposición, porque él no la quiso dejar. Fue su primera exposición de vuelta de
París. En Montevideo vendió muy poco y muy barato. Estaba por hacer una
exposición cuando murió. Estuvimos en
Buenos Aires más de un mes. Tenía una afección al corazón, murió de eso y no
llegó a hacer una exposición acá.”
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