sábado, 13 de julio de 2019

NUÑEZ CELESTE

CELESTE NUÑEZ
Ceeleste pintaba todas las mañanas. La pintura era el centro de su vida. Vocacion que descubrió muy joven y que cuido de no comprometer con nada que pudiera apartarla de su desarrollo.  Comenzo estudiando acuarela con Lucia Frank (1947 a 1949) y ya en 1950 ingreso al Taller Torres Garcia, alumna de Julio Alpuy, Jose Gurvich, Manuel Pailos y Augusto Torres, su tan querido maestro, hasta el fin de sus enseñanzas en 1970.
Celesste viajo mucho, miro mucho y supo después encontrar en su interior imágenes que podían ser traducidas en pintura. Recorrio Portugal, Egipto, España, Italia, Inglaterra, Francia, Suiza, Grecia, con una misión del Gobierno uruguayo, en 1954. Frecuento las bienales de San Pablo, las exposiciones que le interesaban en Buenos Aires y volvió a España, en 1973. Al año siguiente continuaba su actividad ininterrumpida en Uruguay, con una exposición individual en el Instituto de Cultura Hispanica de Montevideo,  exponiendo en el 22 Salon Municipal de Bellas Artes de Montevideo y en el Salon de Primavera de Salto. Y asi, en este tenor se puede leer hoy la larga historia de sus viajes y exposiciones.
Celeste era serena, ponderada, conservadora. Sus pinturas de cafes, ferias, playas, puertos, tienen igual carácter, ordenando según las reglas de composición aprendidas, pero sobre todo utilizando los tonos pastel del oleo bien diluido, para entregar en el color su propia luz interior, inventada, representada con intensidad, la misma intensidad que era esencia de su disciplina en el trabajo,  su fidelidad en la amistad, su constancia en afectos y creencias.
Celeste salía de tarde a ver exposiciones, a visitar talleres, a compartir con otros pintores un dialogo que no tenia fin y que acaparaba todo su interés. En su casa, tapizada de cuadros suyos y también de aquellos pintores a quienes promovía y ayudaba a vender sus obras, tomar el te era algo secundario, mientras de todos los rincones surgían nuevas pinturas o las mismas para reconsiderarlas y disfrutarlas. Hoy se pueden ver sus obras en el Museo Juan Manuel Blanes; la Biblioteca Municipal de Florida; el Museo Provincial de Lugo, España; coleccionistas de Uruguay, Argentina, Canada, España, Brasil, Japon; la Secretaria General de la OEA en el Uruguay; la Pinacoteca de la Alianza Cultural Uruguay-Estados Unidos de America; la Pinacotheque des Eaux Vives, Ginebra, Suiza.

Tan serenamente como vivio, se fue. El tiempo que detuvo en sus pinturas, el que paso por los rostros sin facciones de figuras que se expresaban por el peso de sus posturas, seguirá corriendo por otros rostros que aun tal vez no tengan definicion, porque la pintura de Celeste Nuñez, seguramente habrá de perdurar y será confirmada por el futuro.  Elisa Roubaud

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