ENCONTRAR TEJER Y RENACER
PERMANENTEMENTE-
“Esta propuesta es para
contemplar un mundo vegetal del que somos parte, con una mirada cauta,
reflexiva y protectora. Deseo sensibilizar y compartir la belleza que nos
brinda la naturaleza, proveedora de infinitos recursos que transformamos en una
trama siempre en construcción. El taller es un espacio para vivenciar la convergencia de dos fibras: la vegetal,
que está en nuestro entorno y la interna, personal e íntima, la conjunción
entre persona y naturaleza.” Silvia Umpiérrez.
Silvia
Umpiérrez no busca. Mira. Atraviesa calles y jardines en el barrio de Malvín
donde vive y encuentra formas y colores que se desprenden claros de las plantas
que otros desechan en todos los campos y ciudades por los que pasa así: encontrando,
descubriendo, el material para tejer sus
tapices que después se adaptarán a formas y diseños en su taller. En un viaje a
la tierra de sus antepasados, al conversar con un tío abuelo en Barcelona,
también encontró el hilo conductor que la llevó a los genes inspiradores de su
presente. Y así dice: “Siento gran amor,
respeto y un agradecimiento por desarrollar mi tarea. Es una memoria que viene
de mi familia. Mi bis abuelo, vino de un pequeño pueblo de pescadores sobre el
Mediterráneo, en La Coruña española. El tenía el oficio de pescador y se tejían
cuencos con fibras para la tarea diaria.”
En
el diálogo con los materiales encontrados, Silvia puede conectarse con la
naturaleza de manera íntima, personal y así extraer de cada elemento que
pasaría inadvertido a muchos, la expresión que deberá enriquecer con arte y
gracia al tejer y formar con ello una obra que después de colgada cambiará las
paredes, el entorno, la mirada del contemplador y el alma de los espíritus
sensibles. Se habrá cumplido el viaje de
retorno a lo natural y lo que parecía marchito quedará renovado, transformado,
vivo para perdurar.
Y
así dice: “Nada se destruye, todo se
transforma.”
Silvia
Umpiérrez comenzó a trabajar por los
años 80 con el tapicista José Cardozo desarrollando la técnica de Telar
Criollo.
Ha
obtenido diversos premios y distinciones y a mediados de los 90 se dedicó a
investigar con elementos naturales. Creó una técnica propia hecha de tramas de
fibras naturales, con hojas secas
tejidas y así convertidas en tapices con
el Telar Criollo.
Estos
tapices participaron de eventos internacionales (becas) en Alemania, Santa Cruz
de Tenerife España, México y Buenos Aires. Elisa
Roubaud
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