AIRE FRESCO Y RENOVADOR: PINTURA DE JUAN URIA
EXPOSICIÓN EN LA COLECCIÓN ENGELMANN OST
Es reconfortante recorrer la planta baja del museo
contemporáneo nacional creado por el matrimonio Engelmann Ost y encontrar pintura pura. Recibir en cada
obra de Juan Uria la frescura de un arte no contaminado por el conceptualismo y
simplemente volcado a la expresión plastica: al gozo de la armonia en la forma
y el color.
Es un deleite visual contemplar composiciones que, con
apariencia de ingenuidad, han sido rigurosamente estructuradas. Ludicamente
Juan Uria alterna los vivos colores, la geometría que cubre los fondos y el
dibujo firme y despojado, destacado en el planismo de sus creaciones.
En el pasado, no solamente la fotografia parecio amenazar a
la pintura de caballete. Movimientos renovadores buscaron los signos que se
adecuaran a las circunstancias historicas imperantes, prescindiendo de la
figuración y hasta dejando de lado la forma o el color. Y asi como es posible
encontrar la abstracción cuando se trabaja con la figura (el Maestro Joaquin
Torres Garcia decia en sus clases y conferencias que en todo arte hay
abstracción y religiosidad), tambien puede suceder que en la pura mancha, el
encolado u otras técnicas que se sumen al plano, nada haya sido “abstraido”:
los girones de realidad pueden perderse, cuando falta la idea generadora que
los habria de sustentar.
Tal vez lo que comunique esta muestra que Juan Uria ha
llamado “Todo seria mas simple si solo tuviéramos dos caras”, es el llamado a
la alegria sola y desprevenida de la contemplación; el alerta a los valores
plásticos que no desaparecen, porque en la armonia de las relaciones esta le
encuentro con la realidad. El arte es para todos, no solo para elegidos o
conocedores. Cuando es arte, la obra comunica directa y profundamente con quien
la mira y se deja invadir por ella para sentir.
Elisa Roubaud
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